Pastel de cerezas

Lavamos y deshuesamos las cerezas.

Una vez deshuesadas las colocamos en un bol y añadimos el azúcar. Removemos bien y dejamos que la fruta se macere durante 8-12 horas en el frigorífico para que suelte todo su jugo.

Con la fruta macerada añadimos las semillas de la vaina de vainilla y la fécula de maíz. Removemos bien para integrar. Reservamos.

Preparamos la masa de la base de la tarta. Añadimos el aceite de oliva sabor suave Goya a la harina, el azúcar y una pizca de sal. Mezclamos hasta que los ingredientes se integren.

Añadimos el agua y el zumo de limón y seguimos mezclando hasta conseguir una masa suelta y homogénea.

Con las manos compactamos la masa formando dos porciones, una para la base, más grande, y otra para el enrejado.

Envolvemos cada una de las porciones en film transparente y guardamos la masa en la nevera durante 1 hora.

A continuación, colocamos la masa de la base de la tarta entre dos papeles de horno para poder trabajarla sin peligro a que se pegue a la superficie de trabajo ni al rodillo. Estiramos la masa hasta que quede con 0.5 cm de espesor.

Colocamos la masa en el molde manteniendo en la parte inferior el papel de horno para evitar que se pegue. Rellenamos la tarta con el relleno y reservamos.

Extendemos el segundo trozo de masa de la misma forma que el primero. Una vez extendida, cortamos 8 tiras de 1 centímetro de ancho.

Colocamos 4 tiras de un mismo sentido sobre la tarta. Continuamos con las tiras que irán perpendiculares colocando cada una de forma que quede un enrejado con las anteriores.

Pintamos la superficie de la tarta con huevo batido y horneamos a 180º por unos 60 minutos controlando que no se tueste en exceso por la parte superior.

Una vez que la tarta está lista, la retiramos del horno y dejamos que se enfríe, sin desmoldar, sobre una rejilla. Una vez fría desmoldamos y podemos decorar con cerezas confitadas.